Silvia Marmori

Antecedentes

En 1857, el Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires, con la autorización de la legislatura, otorgó la concesión para construir y operar un ferrocarril de trocha ancha entre la ciudad de Buenos Aires y la Ensenada de Barragán.
El 25 de agosto de 1857 se sancionó la ley que otorgaba dicha concesión a Ferrocarril Buenos Aires al Puerto de la Ensenada (FCBAPE), una compañía de capitales británicos.

Después de algunos años, en 1860, se otorgó la concesión a Alfonso Lelievre, quien en 1862 la traspasó a James C. Simpson. Éste, a su vez, la transmitió en 1863 al estadounidense Guillermo Wheelwright. El ferrocarril partía desde la estación Central. Luego de atravesar la estación Venezuela, las vías pasaban por un viaducto hacia Casa Amarilla, General Brown, Barraca Peña, llegando hasta Tres Esquinas el 18 de septiembre de 1865.

En 1866 se inauguró un ramal desde General Brown hasta el Muelle de La Boca. Desde Tres Esquinas las vías cruzaban el Riachuelo y el 18 de abril de 1872, después de demoras relacionadas con el emplazamiento de la estación que habían creado conflictos entre autoridades locales, el ferrocarril llegó hasta Quilmes, inaugurando la traza completa de 61 km hasta Ensenada el 31 de diciembre de 1872.

En el futuro Don Bosco

En ese abril de 1872, cuando el tren llegaba a Quilmes, las tierras del futuro Don Bosco estaban ocupadas, principalmente, por dos arrendatarios. Uno era Pedro Tassano, afincado desde 1845 y el otro Sebastián Atorrasagasti, desde 1870.
A este último, que arrendaba en ese momento 16 hectáreas,  el Ferrocarril le tuvo que construir un pasa ganado del cual todavía existe la parte superior de los pilares.

En base a la descripción del bisnieto de Sebastián, Martín Tejeda (que todavía vive en el terreno donde estaba el rancho de su bisabuelo), ésta era la forma del pasa ganado, situado a aproximadamente dos metros del actual pase peatonal de las calles Los Tilos  y Uriburu (este)/ Av San Martín y Neuquén (oeste).